Cuando la puerta se cerró Los caminos se entrelazaron Las ventanas clausuradas de sol Los umbrales oscuros Las nubes de algodón Los besos de arcoiris Y el cuerpo desnudo entró El alma se sumergió Los ruiseñores cantaron La noche llegó Descansaron los sueños y las poesías El inconsciente activó los interiores vislumbrados por los ojos ajenos Una vez más, a el mar se acercó
Todas las palabras que pude decir alguna vez quedan cortas ante tanta belleza humana, ante tanta alma habitada Es un aire que me atraviesa Y un aire que respiro Si tuviera que elegir Serían las mañanas a su lado El calor que desprende su cuerpo y la mirada radiante de sueños Lo que se ve más allá Lo que viaja por el corazón Y la rutina del desayuno