12 de enero de 2011

Equilibrio



Le dividieron el cerebro, en dos partes, casi iguales
el problema estaba en esa parte, esa parte sensible ante cualquier pensamiento fuera de lugar, a los "malos pensamientos"
Años pasaron, cada vez se sentía peor 
Intento sacarla, romperla, desarmarla, estrangularla... 
Hasta que un día se dio cuenta que era imposible, esa parte que tanto odiaba, era una parte de si misma, que por mas que hiciera todo lo posible nunca se iría.

1 comentario:

  1. Y no se va a ir, estimada. Lo único que uno puede hacer es aprender a domarla; amansar a la bestia, pacificarla.
    Muy bueno el blog. Saludos

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