30 de julio de 2010

Des hojar te

La habitación.
La luz que entra por la ventana le da en la cara.
El espejo, ese reflejo ilusorio de la realidad. Se mira en el espejo y ahí están, esos ojos, esos malditos ojos que nunca mienten y que en más de una ocasión le causaron grandes dolores de cabeza. No quiere mirar (te) - sabe que pueden hablar.
Sale.
Camina unas cuadras y no deja de pensar en ese otro par de ojos que vio . Donde vuelva a mirarlos su corazón se va a encontrar y reclamar a gritos libertad.
Su corazón no se va a calmar y sus ojos no van a dejar de mirar. En el fondo ese es su plan aunque le cueste poder callar.

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